TEMA 9

El Armagedón

En este tema vamos a hablar sobre el Armagedón, que indica en:

Ap. 16:16 “Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón”.

Todos los ejércitos del mundo ya se encuentran en Jerusalén en los valles de Josafat, llamado también Cerro de Gemidos, el valle del Armagedón, listos y preparados con todos sus armamentos de guerra que piensa utilizar contra nuestro Dios y planearán ganar la guerra al Cordero de Dios, pero nuestro Padre no les dará el placer de hacerlo.

Es necesario tener presente como pedido al lector, que la Biblia señala que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, pues detrás de los ejércitos esta el demonio.

SEPTIMA COPA DE LA IRA

Ap.16:17 “El séptimo ángel derramó su copa por el aire, y salió una gran voz del Templo del Cielo del Trono, diciendo: Hecho está”.

Esta palabra “hecho esta”, quiere decir cumplido, el escenario y las fuerzas frente a frente y entonces el Señor también preparará su ejército en el Cielo en caballos blancos. Como Capitán del Ejército del Cielo viene el Cordero de Dios, Rey de reyes, Señor de señores.

Isaías 13: 3 “Yo mande a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria”.

Isaías 13: 4 “Estruendo de multitud en los montes, como de muchos pueblos, estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas, Jehová de los Ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla”.

Isaías 13:5 “Vienen de lejanas tierras de lo postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su ira para destruir toda la tierra”.

El Señor Dios Todopoderoso, pasa revista a las tropas celestes y les da las últimas instrucciones de lo que tienen que hacer con el diablo y la bestia y a sus aliados.

La batalla de Jehová será por causa de su pueblo y por causa de su heredad que es el pueblo de Israel. Es la gran batalla de Dios para vindicar su nombre.

Joel 3:2 “reuniré a todas las naciones, y las hare descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellos a causa de mi pueblo y de Israel mi heredad, a quien ellos esparcieron entre las naciones y repartieron mi tierra”.

Joel 3:14 “Muchos pueblos en el valle de la decisión, porque cercano esta el día de Jehová en el valle de la decisión”

Joel 3: 15 “El sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.

Zacarías 14: 6 “Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura”.

Zacarías 14: 7 Será un día, el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz”.

Ap. 16:18 “Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra”

Ap. 19: 11 “Entonces vi el cielo abierto, y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero y con justicia juzga y pelea”.

Ap. 19:12 “Sus ojos eran como llama de fuego y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino el mismo”.

Ap. 19: 13 “Estaba vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre es: EL VERBO DE DIOS”.

S .Juan 1:1 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.

S.Juan 1:14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”.

La mancha de sangre que trae en sus vestidos del Señor, es la sangre de su pueblo que fueron derramados en la gran persecución, por causa de Él y de su palabra y de todos los cristianos que murieron en todo tiempo por causa del Señor. Amén.

Ap. 19:14 “Y los ejércitos celestiales vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos”.

Estos son los ejércitos celestiales de Jehová, que nunca han perdido la batalla y Jesucristo nuestro Rey viene como General y Capitán del ejército de Jehová que jamás han perdido y jamás perderán la batalla. Amén.

Esto fue profetizado por Enóc y la revelación a Juan lo confirma.

Judas 1: 14 “De esto también profetizó Enóc, séptimo desde Adán, diciendo; He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares”.

Judas 1: 15 “para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él”.

Estas profecías escritas muchos siglos antes del Armagedón, cobran innegable vigencia. La realidad de su cumplimiento es inminente.

Ap. 19:15 “De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y Él las regirá con vara de hierro, y él pisa el lugar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso”.

Los grandes titulares del mundo serán las profecías de la Biblia.

Desde el nacimiento de Jesús, la escritura confirma al Rey y al Reino de Dios.

Ap. 12:5 “Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones, y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono”.

Ap. 19:16 “Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”.

Los ángeles serán empleados por Dios y tendrán relevante papel como voceros, ejecutores y ayudadores del gran Dios y de su Hijo.

Así viene el Señor, con santos y millares de ángeles para eliminar a los impíos y poner fin al sistema del 666 en el fin del mundo. Pero antes de todo esto, el Señor dará un alto en el medio de su viaje, para dar una orden a un ángel que clame a gran voz, a todas las aves del cielo, para la gran Cena del Dios Vivo; para que coman las carnes de los soldados del ejército de la bestia, y también la carne de los generales, comandantes y de los presidentes de los países que participaron en la gran batalla contra el Cordero de Dios. Este doble accionar de Dios confundirá al diablo y a sus seguidores humanos.

Ap. 19: 17 “Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo: a todas las aves que vuelan en el medio del cielo: venid y congregaos a la gran cena de Dios.

Ap. 19: 18 “para que comáis carne de reyes y de capitanes y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todo libre y esclavos, pequeños y grandes”.

Ezeq. 39:17 “Y tú hijo de hombre, así ha dicho Jehová el Señor: Di a las aves de toda especie, y a toda fiera del campo, juntaos y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel; y comeréis carne y beberéis sangre”.

Ezeq. 39: 18 “Comeréis carne de fuertes, y beberéis sangre de príncipes de la tierra; de carneros, de corderos, de machos cabríos, de bueyes y de toros, engordados todos en Bazán”.

Deut. 28: 26 “Y tus cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habrá quien las espante”.

Con la misma medida que midió la bestia a la humanidad, y especialmente a la iglesia del Señor, así será medido todo el ejército de la bestia. Carne por carne, dolor por dolor, sangre por sangre, vida por vida. Amén.

Así está escrito y así debe ser. Lectores amados llego la hora de la verdad, para saber quien es el que manda en el universo y en la tierra, Nuestro Dios y Rey jamás ha perdido la batalla, ni la guerra, y esta vez también saldrá victorioso contra el dragón.

El Príncipe de Paz, el Rey de la Gloria no dará ninguna oportunidad a la bestia, ni a su ejército mortal que alargue su mano contra El. Lo aplastará sin misericordia, como indica la palabra en:

Sgto. 2:13 “Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia fiel triunfa sobre el juicio”.

Tremenda profecía y aterradora para quienes menospreciaron a los cristianos. El enemigo, entonces sabrá que no debía de pelear contra el Cordero de Dios; el Señor se reirá en su propia cara de sus enemigos, como ellos también se rieron de los cristianos y los mataron degollándolos como si fueran animales despedazaban sus carnes sin misericordia. Ignorando soberbiamente que se trataba de hijos de Dios. El Señor hará lo mismo con ellos y les pagará con el mismo galardón de la ira y así será el día de la matanza más grande de la historia de la humanidad. El Cordero de Dios será terrible con los hijos de Satanás.

Ahora bien ya estamos en el lugar de los hechos, la bestia se encuentra reunida en el valle del Armagedón en el cerro de gemidos con todo el ejército del mundo. Como está escrito: Los ejércitos están listos para pelear contra el Cordero de la Gloria, toda clase de armamentos de guerra: Bomba A, bomba H, bomba nuclear, misiles, elementos bacteriológicos y armas secretas. Toda la ciencia y técnica se empleará. La rebelión más grande del hombre contra el Dios Vivo. Todos con un solo objetivo y un solo blanco que es el Cordero de la Gloria. Esta

rebelión es planificada por Satanás y en su plan utilizará todo su ejército en contra del verdadero Mesías.

El Señor Jesucristo no defraudará a sus enemigos, se hará presente en la batalla más grande de Dios Todopoderoso; solamente utilizando la espada que es la palabra del Señor Jehová de los

Ejércitos. Y dirá el Señor: hecho está, como ellos quieran, Amén.

Ap. 19: 19 “Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo y contra su ejército”.

Ap. 16: 18 “Entonces hubo relámpagos y voces y truenos y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra”.

Ezeq. 38: 20 “que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra”.

Ezeq. 38: 21 “Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano”.

Zacarías 14: 13 “Y acontecerá en aquel día que habrá entre ellos gran pánico enviado por Jehová; y trabará cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero”.

Zacarías 14: 7 “Será un día, el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz”

Zacarías 9: 14 “Y Jehová será visto sobre ellos, y su dardo saldrá como relámpago; y Jehová el Señor tocará trompeta, e irá entre torbellinos del austro”

Zacarías 14: 4 “Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el Monte de los Olivos se partirá por en medio; hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur”.

Ezequiel 38: 22 “Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.”

Zacarías 14: 12 “Y esta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca.”

Ezequiel 38: 23 “Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová.”

Ezequiel 39: 4 “Sobre los montes de Israel caerás tú y todas tus tropas, y los pueblos que fueron contigo; a aves de rapiña de toda especie, y a las fieras del campo, te he dado por comida.”

Ezequiel 39:5 “Sobre la faz del campo caerás; porque yo he hablado, dice Jehová el Señor.”

Ezequiel 39:6 “Y enviaré fuego sobre Magog, y sobre los que moran con seguridad en las costas; y sabrán que yo soy Jehová.”

Ezequiel 39:7 “Y haré notorio mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré profanar mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, el Santo en Israel”.

Zacarías 14:9 “Y Jehová será rey sobre toda la tierra en aquel día Jehová será Uno, y Uno su nombre”.

El escenario que nos muestran los escribas y profetas, para muchos resulta una fantasía que se resisten a creerla. Pero sea Dios veraz y todo hombre mentiroso. El acondicionamiento mental del hombre no acepta esta palabra porque les parte el alma y el espíritu que el diablo trata de mantener en cautividad. Mentes cautivas son presa de la incredulidad que tuvo al pueblo de Israel 40 años en el desierto.