TEMA 6

La Venida de los dos Testigos

A sí comenzamos los tres años y medio que finalizarán en el Armagedón, que es conocido también, como el fin del mundo.

Bueno hermanos míos amados del Señor, la iglesia ya se fue, ya no está en la tierra, ya se encuentra en su patria celestial disfrutando todo lo que el Señor preparó para nosotros. Y ¿qué estará pasando con los que se quedaron? O mejor dicho ¿qué estará pasando en la tierra?

La palabra de Dios nos indica claramente sobre este asunto, que cuando la iglesia sea arrebatada, entonces Jehová de los Ejércitos, Dios Todopoderoso y el Cordero y el Espíritu Santo, enviarán a la tierra a los dos testigos que son conocidos también como los dos olivos, que están preparados para el día, y la hora y el mes y el año; para que profeticen otra vez en la tierra desde la nación de Israel su capital Jerusalén. Ellos declararán la palabra de Dios a los judíos rebeldes que están apoyando al falso Mesías que es la última bestia que está sentada en el templo de Dios, como dios y haciéndose pasar por Dios. Ellos dirán a los judíos rebeldes y al mundo, que dejen de adorar al falso Mesías, él es hijo de la serpiente antigua, que es Satanás. Así comienza y así será, como está escrito en:

Ap. 10:11 “Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”.

Este trabajo lo realizaran los dos testigos, por el tiempo de tres años y medio que quedan, y sumando con los tres años y medio que sufrió la iglesia en la gran persecución, se completa los siete años del gobierno del anticristo.

Estos dos testigos cambiaran la historia y la tranquilidad y la paz que la bestia había ofrecido con el sistema del 666 al mundo.

Por eso mencionamos anteriormente que la bestia ofrecía la paz y la tranquilidad temporal. Para malograr la fiesta de la bestia, vienen los dos varones especiales de Jehová de los Ejércitos, que estaban reservados para esto.

Ap. 11:3 “Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de silicio”.

Ap. 11:4 “Estos testigos son los dos olivos y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra” (Zac. 4: 11 a 14).

¿Quiénes son estos dos testigos?, según la palabra del Señor, hay tres candidatos que son Elías, Enóc, Juan que no han experimentado la muerte, es decir, que ellos están vivos en el Tercer Cielo, a éstos el Señor se los llevó vivos y están reservados para el día señalado.

Pero también hay otra forma de enseñanza sobre este tema, y ellos dicen que estos dos testigos son Moisés y Elías. Esta forma de interpretar es sin fundamento de la palabra del Señor, que dice así en:

Heb. 9:27 “Y de la manera que está establecida para los hombres que mueran una sola vez, y después de este el juicio”.

Si es Moisés que viene con Elías, como los dos Testigos, se estaría quebrantando esta ley del Señor, y pobre Moisés estaría muriendo dos veces y no encajaría a la ley que fue escrita en Heb. 9:27, Moisés murió a los 120 años de edad como indica la palabra en:

Deut. 34:7 “Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió, sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor”.

Estos dos testigos morirán cuando terminen su trabajo; y así se cumplirá con la ley establecida sobre la muerte de la humanidad, que debe ser una vez y después el juicio.

Hemos mencionado que son tres candidatos, pero vendrán dos, puede ser: Elías y Juan o Elías y Enóc que cumplirán con esta profecía.

Malaq. 4: 5 “He aquí, yo os envío al profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible”.

¿De qué día está hablando el Señor en esta profecía? La bendita palabra del Señor nos enseña claramente, que el día grande y terrible de Jehová de los Ejércitos, es el día de la ira que está escrito en varios libros de la Biblia, para muestra un botón. Por favor lea en su Biblia en Sofonías 1: 14 al 18.

Continuamos:

Malaq. 4:6 “El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”.

Estas palabras son para el pueblo de Israel. Jehová de los Ejércitos enviará los dos olivos que llegarán a Jerusalén en donde se encuentra el falso Mesías que es la bestia de dos cuernos, que está sentado en donde no le pertenece. Amén.

Estos dos profetas declararán la palabra del Señor en la misma presencia de la bestia, es decir, en su propia cara, diciendo que es el hijo de Satanás, un falso Mesías, y que el verdadero Mesías viene muy pronto y también dirán a los rebeldes del pueblo de Israel y al mundo, que se arrepientan de sus maldades y dejen de adorar al hijo del diablo, y se preparen para recibir al verdadero Salvador. El Cordero de Dios, que viene a libertarlos.

Todo el trabajo que ellos realicen, serán publicados por los periodistas del mundo para el mundo; publicarán en sus primeras planas, y en las primeras noticias de la televisión y radio y todo tipo de medios de comunicación la publicarán y así se cumplirá lo que está escrito en:

Ap. 10:11 “Y él me dijo; Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes”.

Todo será transmitido desde Jerusalén al mundo entero. Ellos vienen con dones especiales que Dios el Padre Jehová de los Ejércitos les dio para sus protecciones personales, hasta que terminen con la misión que fue dada. Y estos son los dones y poderes que ellos tienen:

Ap. 11:5 “Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerle daño, debe morir de la misma manera”.

Ap. 11:6 “Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no

Llueva en los días de su profecía, y tienen poder sobre las aguas, para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.”

Ellos no dirán por favor, ellos dirán así ha dicho Jehová El Señor; si la gente no le permite predicar y profetizar, ellos simplemente declararán la palabra y utilizarán sus dones y punto. Pero cuando ellos terminen con la gran misión de Dios; morirán porque Dios permite que así sea, ya no utilizará, sus poderes, para defenderse de la bestia, él los matará a los dos profetas y así experimentarán la muerte y se cumplirá lo que está establecido en Heb. 9:27.